Las mentiras del documental de Gonzalo Guillén sobre Operación Jaque

El “periodista” colombiano Gonzalo Guillén conocido en Twitter como @Heliodoptero y por escribir “baca” sí, con b alta, sacó un “documental” sobre la Operación Jaque.

Su séquito rápidamente le dio bombo y promoción. Crearon polémica, lo que necesitaba Guillén después de la que creó cuando le robó a Virginia Vallejo una entrevista. Este señor con ética no muy correcta reapareció con un documental sobre la brillante operación jaque ejecutada por nuestro entonces ejército, digo entonces porque hoy los militares están de brazos caídos.

Guillén afirmó que su documental tenía pruebas suficientes para demostrar que se pagó por la liberación de los secuestrados. Su prueba reina era Juan Carlos Lecompte, un pobre cornudo que no se enteró de ellos sino cuando demandó a Íngrid Betancur en el proceso de divorcio. El pobre Lecompte ni siquiera se enteró de que su ex mujer no lo quería cuando lo saludó tan despectivamente el día de su liberación. Su otra prueba era Noël Saez, ex mediador con las FARC, quién fue sacado a sombrerazos por el gobierno de Álvaro Uribe por su parcialidad hacia los terroristas.

Saez protagonizó junto al gobierno francés más de una pilatuna, como el envío de un avión a Brasil para la posible liberación de Betancur, además del pago de una suma de dinero a FARC; en ambos trámites resultaron estafados. El mediador francés obraba asociado con el suizo Jean-Pierre Gontard, quién hoy está sub júdice por comportamiento inapropiado durante el tiempo en que fue negociador.

La otra gran prueba de Gonzalo Guillén es un ex presidente colombiano  (sin rostro) quién le aseguró que le entregaron el libreto de la Operación Jaque un mes antes. Gracias a esa afirmación, el señor periodista nos obliga a entrar en el arte oscuro de la conjetura. Probemos: Gaviria no era cercano al gobierno; Pastrana, menos. Samper tenía vínculos de amistad con Uribe pero de ahí na’ má. Nos queda Belisario Betancourt, quién era muy cercano al gobierno anterior, pero no creo que se haya prestado para la tramoya sediciosa de Guillén.

Después de mostrar su documental por un alicaído canal ecuatoriano (TeleAmazonas) Gonzalo Guillén concedió una entrevista a Celicia Orozco en ElEspectador.com donde salió con esta perla: “G.G.- El ‘libreto’ dice exactamente lo que sucedió en el operativo, pero no relaciona lo que se negoció con César y Gafas. Por el mismo motivo, tampoco se sabe si se cumplió o incumplió lo que acordaron con ellos. Según se asegura, César está en una cárcel de Illinois. A pesar de que tengo su número de identificación en la cárcel, nunca me dejaron contactarlo. Me parece raro que no lo hubieran procesado por secuestro después de que estaba con los tres norteamericanos liberados en la ‘Operación Jaque’ junto con Íngrid Betancourt. A él lo juzgaron por narcotráfico. Gafas está en La Picota.”

Uno de los argumentos es que César y Gafas fueron los que planearon Jaque y que a cambio EE.UU. no los juzgó por secuestro, sino por narcotráfico insinuando que hubo acuerdo para dejarlos libres, pues no consiguió a César en la cárcel que lo buscó.

Una simple investigación de Guillén, en Google, léase bien, en Google, hubiese bastado para que se enterará de que la Corte Suprema colombiana autorizó la extradición de César por delito de narcotráfico, pero negó el de secuestro porque este último fue cometido en Colombia. Aplicó el principio de territorialidad, contra el de extra-territorialidad que exigían los gringos.

Usted, señor lector, pone en el buscador de Google las palabras: Corte Suprema extradición de César y Gafas le saldrán varios resultados que confirman lo que le acabo de decir. ¿Investigó Guillén?  ¿ Tan bueno es su documental que pasó por alto ese insignificante detalle?

Como si fuera un niño, Guillén anunció en su cuenta de Twitter (@Heliodoptero) que se iba a Perú a entrevistar a los entonces candidatos presidenciales, Keiko Fujimori y Ollanta Humala. Al día siguiente “asaltaron” su apartamento y se robaron su computador y un disco duro. Dirán que “dio papaya” anunciando por Twitter el viaje, pero mi teoría es que se trató de un rocambolesco montaje para darle más fuerza dramática a su documental. Me explico, según Guillén, la mano negra de extrema derecha sabía que él tenía datos del supuesto pagó de 100 millones de dólares en la Operación Jaque en su casa. En la entrevista a Tascón, lo dice implícitamente “C.O.T.- Recientemente fue asaltado su apartamento en Bogotá. ¿Cuándo ocurrió y qué le robaron? 

G.G.- Eso sucedió hace un mes, el 26 de mayo pasado. Acababa de conseguir información importantísima sobre gastos oficiales reservados, en formato digital. La copié en mi computador personal y la pasé a discos donde guardaba los datos más importantes. Viajé a Lima el 27, o sea al día siguiente. Cuando regresé, habían asaltado mi apartamento. Se habían metido por la ventana de un piso alto. Se robaron únicamente esa memoria y otras que estaban en una USB. ¿Se encontrarían allí las pruebas del pago de recompensas?”

La desfachatez de Guillén no le da para afirmar que tenía pruebas del pago de los 100 millones de dólares imaginarios, pero insinúa que posiblemente ahí estaban y por eso fuerzas oscuras asaltaron su apartamento. Yo le respondo a Guillén, yo escribí hace no sé cuántos años laEneida pero Virgilió me la robó.

Disculpen que me haya demorado en comentar sobre el “documental”, pero no me podía quedar callado ante la mentira sediciosa de Gonzalo Guillén (@Heliodoptero) con su FARC-documental.

Por @camilofz45

Artículo original para Letra Menuda, agosto de 2011